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José Franco es Licenciado en comunicación (ITESM-CEM), estudios en Historía del Arte, especialidad en Comunicación Intercultural, Arquitecto Inconcluso y FOTÓGRAFO DE NACIMIENTO, desde muy pequeño me ha fascinado el mundo de la fotografía, el hecho de poder hacer imagenes que transmitan mucho o nada es una actividad que me mueve a todas partes mentalmente.


Mis inicios fueron con una cámara Pentax, robada a mi abuelo, con resultados que creo que hoy en día venderían muy bien en una exhibición de arte (despues de todo tenía 4 años) y continúo con una cámara Kodak de 120mm con lente fijo y uno de esos flashes de cajita que tenía cuatro disparos.
Continué hasta los ocho años aproximadamente, tiempo en el que muere mi abuelo y dejo todo por la paz para dedicarme a aprender tonterías.


Un viaje a Firenze en el 98 cambió mi vida más que cualquier evento hasta ahora: Me interesé mucho más por la pintura, la escultura y todas aquellas manifestaciones del arte que han dado forma a nuestro mundo, incluido y por supuesto la moda, la fotografía para mí es como un desorden obsesivo-compulsivo, núnca uso reloj cuando estoy trabajando (si me ven con uno puesto no estoy haciendo nada, así sé cuanto tiempo me doy el lujo de perder) bailo mientras tomo fotos y no me siento jamás durante una sesión.


Me gusta estudiar a mis sujetos durante el maquillaje y el peinado, mientras platico con ellos armo un soundtrack en mi computadora para que se ajuste a su personalidad y al tipo de fotos que vamos a hacer ; como obsesionado por los detalles que soy, hago tantas fotos como sea necesario para tener el resultado que espero. Muy pocas veces doy mi trabajo para que alguien más lo retoque, solo a Natalia Taffarel.
Me considero una persona fotosensible, es decir, soy sensible a cambios pequeños en la luz.


Una de las definiciones que más me gusta para fotógrafo es: Escritor con luz y creo que es en un sentido estricto la definición más básica y cercana para lo que hago.


La fotografía es todo para mí: Ciencia, arte, magia, realidad.